quarta-feira, 9 de janeiro de 2013

Capitulo 11. - EL TRINITARISMO: SU DEFINICION Y DESARROLLO HISTORICO

Capítulo 11. - EL TRINITARISMO: SU DEFINICIÓN Y DESARROLLO  HISTÓRICO


     Hemos tratado de presentar la enseñanza positiva de la Escritura sin prestar atención a las tradiciones humanas. Sin embargo, no podemos cubrir el tema de la Deidad sin describir el desarrollo histórico de la idea más aceptada en el Cristianismo, la doctrina de la trinidad. En este capítulo definiremos el trinitarismo, brevemente trazaremos su desarrollo histórico, y exploraremos algunas de las ambigüedades inherentes en aquella doctrina y algunos problemas relacionados con ella. 
En el capítulo XII, llegaremos a unas conclusiones sobre el trinitarismo, comparando esta doctrina con las enseñanzas de la Biblia, precisando algunos de los serios problemas con ella a la luz de los pasajes bíblicos, y comparándola con la creencia de la Unicidad.

Definición de la Doctrina de la Trinidad

   El trinitarismo es la creencia que hay tres personas en un Dios. Esto se ha dicho en varias maneras, tales como “un Dios en tres Personas”1 y “tres personas en una sustancia.”2 Esto mantiene que en Dios hay tres distinciones
de la esencia, y no solamente de la actividad.3 Los nombres dados a estas tres personas son Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo.
    La doctrina trinitaria ortodoxa, como se ha desarrollado a través de los siglos, también mantiene que estas tres personas son coiguales en poder y autoridad, que ellas son coeternas en el pasado, el presente, y el futuro, y que en cada una la misma naturaleza divina se contiene completamente.4 Sin embargo, a cada persona se le da una característica única cuando se ve en referencia a las otras: el Padre no es engendrado, el Hijo es engendrado o generado, y el Espíritu es procediente.5 Los trinitarios dicen a veces que la unicidad del Padre se exhibe en la creación, la del Hijo en la redención, y la del Espíritu en la santificación, pero todos los tres comparten activamente en cada obra, con varios niveles de funciones.Puesto que cada uno participa en las obras de los otros,no hay ninguna clara distinción sobre esa base.
    Los trinitarios llaman a estas tres personas la trinidad o el Dios trino. Un erudito trinitario describe a la trinidad como sigue: “Hay que pensar de la Trinidad ni como un Dios en tres manifestaciones ni como una tríada simétrica
de personas con funciones separables; al contrario la Trinidad significa un Dios en tres modos de existencia— Padre, Hijo, y Espíritu, y cada uno de éstos participa en la actividad del otro.”7 Los trinitarios utilizan con frecuencia
el diagrama de un triángulo para explicar su doctrina. Las tres esquinas representan a los tres miembros de la trinidad, mientras que el triángulo completo representa a Dios como la trinidad entera. Entonces, el Padre no es el Hijo y no es el Espíritu Santo. Además, ni el Padre, ni el Hijo ni el Espíritu es Dios completamente fuera de los otros. (Véase el Capítulo XII para una tabla que enumera los principios esenciales del trinitarismo y que los compara con los principios esenciales de la Unicidad.)

Problemas con el Triteísmo

     Los trinitarios ortodoxos niegan al triteísmo, que es la creencia en tres dioses. Sin embargo, cuando se les pide una explicación de cómo puede haber tres distintas personas y todavía haber un solo Dios, ellos explican que la
Trinidad es un misterio que nuestras mentes humanas finitas no pueden comprender completamente.8
     Puesto que los trinitarios procuran rechazar el concepto de tres dioses, ellos generalmente muestran una aversión de describir a Dios en términos de tres seres, personalidades, o individuos. Un trinitario dijo, “Ningún teólogo cristiano importante ha razonado que hay tres seres conscientes en sí mismos en la Deidad.”9 Otro escritor trinitario rechaza la idea de que la trinidad se compone de tres individuos, pero sí denuncia que se ponga demasiado énfasis en la Unicidad, lo cual (él dice) conduce a un concepto judío de Dios.10
     Esta repugnancia de utilizar los términos que dividen agudamente a Dios es loable; sin embargo, persona es en sí misma una palabra que tiene el mismo efecto. El diccionario Webster define la palabra persona así: “un ser humano individual” y “la personalidad individual de un ser humano.”
     Esto no es solamente una mera sutileza acerca de terminología; porque a través de la historia del trinitarianismo, el concepto de la palabra persona ha sido interpretado práctica y teológicamente por muchos trinitarios para significar tres seres. Por ejemplo, los tres Capadocios del cuarto siglo (Gregorio de Nissa, Gregorio Nacianzo, y Basilio de Cesarea) enfatizaban el concepto de tres en la trinidad hasta el punto que ellos tenían trespersonalidades.12 Boetio (c. 480-c. 524) definió a persona como “una sustancia individual con un naturaleza racional.”  Muchas veces, de los tiempos medievales al presente, los trinitarios han representado a la trinidad por un cuadro de tres hombres, o por un cuadro de un hombre anciano, un hombre joven, y una paloma.
    Hoy en los círculos trinitarios pentecostales hay un concepto de la Deidad que implica el triteismo absoluto. Esto es evidente de las declaraciones siguientes hechas por tres trinitarios pentecostales—un comentarista prominente, un evangelista prominente, y un autor. “Lo que significamos por Trinidad Divina es que hay tres personas separadas y distintas en la Deidad, cada una teniendo su propio cuerpo personal y espiritual, su alma personal, y su espíritu personal en el mismo sentido de que
cada ser humano, cada ángel o cualquier otro ser tiene su propio cuerpo, alma, y espíritu. . . Entonces hay tres personas distintas en individualidad divina y en pluralidad divina. . . . La palabra Dios se usa como palabra singular o como palabra plural.”14
    “Entonces hay tres personas distintas en la individualidad divina y en la pluralidad divina. . . .Individualmente cada uno se llama Dios; colectivamente se puede hablar de ellos como de un Dios debido a su unidad perfecta. . . .Todo lo que podría pertenecer a Dios colectivamente también podría pertenecer igualmente a cada miembro de la Deidad como individuo. Sin embargo, hay algunos detalles que pertenecen a cada persona individual de la Deidad en cuanto a posición, oficio, y obra que no podrían ser atribuidos a cualquiera de los demás miembros de la Deidad.”
El tercer trinitario pentecostal, un autor, cotiza una definición de la palabra persona del Diccionario Webster: “un individuo particular.” Entonces el da su propia definición: “Una persona es alguien que tiene intelecto, sensibilidad, y voluntad.” El procura justificar la usanza trinitaria de la palabra persona.
    “Cuando se aplica la palabra persona a un ser creado, esto representa a un individuo absolutamente distinto a todos los demás; pero cuando se aplica al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, persona debe ser calificada para excluir una existencia aparte, porque mientras que los tres son distintos, ellos son inseparables—un Dios. Sin embargo, con esta calificación, persona sigue siendo el término que declara más precisamente el modo permanente de la existencia dentro de la Deidad.
    Es evidente que muchos trinitarios interpretan su doctrina para significar tres personalidades, tres seres, tres mentes, tres voluntades, o tres cuerpos en la Deidad. Niegan que cuando ellos usan persona quieren decir solamente manifestaciones, misiones, o relaciones con el hombre. En cambio, defienden una calidad eterna de tres de esencia mientras que dicen que es un misterio incomprensible. Reducen el concepto de la unicidad de Dios a una unidad de personas plurales. Por su definición, convierten al monoteísmo en una forma de politeísmo, diferenciándolo del politeísmo pagano solamente en que hay harmonía perfecta y unidad entre los dioses. A pesar de las negaciones de los trinitarios, ésto es politeísmo—triteísmo para ser exacto—y no el monoteísmo enseñado por la Biblia y mantenido por el judaísmo.

Problemas con el Subordinacionismo

También los trinitarios niegan cualquier forma de subordinación de una persona a otra en poder o en eternalidad. Sin embargo, dicen a menudo que Dios Padre es la cabeza de la trinidad, Dios Hijo es engendrado por el Padre, y el Espíritu procede del Padre o del Hijo o de ambos. Una vez más insisten que no hay contradicción, porque nuestras mentes finitas simplemente no pueden comprender la plenitud del significado descrito por estas relaciones.
    Sin embargo, sabemos que a través de la historia los trinitarios prominentes han interpretado su propia doctrina de una manera que subordina a Jesucristo o le hace inferior. Tertuliano, el primer prominente exponente del trinitarismo, enseñó que el Hijo estaba subordinado al Padre y que la trinidad no es eterna.17 El enseñaba que el Hijo no existía como una persona distinta en el principio,
sino más bien fue engendrado por el Padre para llevar a cabo la creación del mundo. Además, Tertuliano creía que la distinción de personas cesaría en el futuro. Origen, el primer gran propositor del trinitarismo en el Oriente, también vio el Hijo como subordinado al Padre en existencia y que él incluso mantenía que la oración debería ser dirigida solamente al Padre.18 Cuando ellos usaban el término Hijo, ambos hombres querían decir la Deidad de Cristo. Por lo tanto, puede decirse que el trinitarismo comenzó como una doctrina que subordinó a Jesús a Dios.
    En los círculos trinitarios modernos, se ve una forma de subordinacionismo cuando los trinitarios utilizan las limitaciones humanas de Cristo para probar una distinción entre Dios Padre y “Dios Hijo” en vez de una simple distinción entre la naturaleza divina de Cristo (Padre) y su naturaleza humana (Hijo). Por ejemplo, uno debe observar su uso de las oraciones de Cristo, su falta de conocimiento, y su falta de poder para probar que “Dios Hijo” es diferente de Dios Padre. Incluso mientras que ellos afirman la coigualdad del Hijo y del Padre, muchas veces la niegan en una manera práctica y confiesan que no entienden lo que realmente significa.
    Los creyentes de la Unicidad dicen que el Hijo estaba subordinado al Padre. Sin embargo, ellos no creen que Jesús está subordinado al Padre en el mismo sentido que los trinitarios creen. En cambio, ellos creen que Jesús en su papel humano del Hijo estaba subordinado y limitado, pero Jesús en su papel divino del Padre no estaba subordinado o limitado. En otras palabras, la naturaleza
humana de Jesús estaba subordinado a la naturaleza divina de Jesús. Al separar al Padre del Hijo en personas distintas, los trinitarios niegan que Jesús es el Padre, así entonces detrayendo inevitablemente de la Deidad plena de Jesús. A pesar de sus negaciones, en efecto su doctrina le subordina a Jesús al Padre en la Deidad.

Terminología Extrabíblica


     Hay unos serios problemas con la terminología trinitaria. En primer lugar, la Biblia en ninguna parte usa la palabra trinidad. La palabra tres no aparece en lo referente a Dios en ningún versículo de la Biblia con la excepción del versículo dudoso de I Juan 5:7. Incluso este pasaje se lee, “estos tres son uno.”
     La palabra persona tampoco aparece en lo referente
a Dios. La Biblia nunca usa la palabra plural personas
para describir a Dios.
     En breve, tal como muchos eruditos trinitarios admiten, la Biblia no expresa explícitamente la doctrina de la trinidad. La Nueva Enciclopedia Católica dice: “Existe el reconocimiento de parte de los exégetas y los teólogos bíblicos . . . que uno no debe hablar del trinitarismo en el Nuevo Testamento sin serias calificaciones. . . . ahora la exégisis del Nuevo Testamento está aceptada como habiendo demostrado que no solo el idioma verbal sino también los patrones del pensamiento características del desarrollo patrístico [de los padres de la iglesia] y conciliano [de los consejos de la iglesia] habrían sido absolutamente extrañas a la mente y a la cultura de los escritores neotestamentarios.”19
     El teólogo trinitario protestante Emil Brunner ha dicho, “La doctrina de la trinidad misma, sin embargo, no es una doctrina bíblica y ésto no es por accidente sino es de necesidad. Es el producto de reflexión teológica acerca del problema. . . . La doctrina eclesiástica de la trinidad no es solamente el producto del pensamiento bíblico genuino, también es el producto de especulación filosófica, que está alejada del pensamiento bíblico.”.

Desarrollo Histórico del Trinitarismo

    Si el trinitarismo no viene de la Biblia, ¿dónde originó? No hay duda que el trinitarismo cristiano se desarrolló a través de varios siglos después de que fuera escrito el Nuevo Testamento. Según La Nueva Enciclopedia Católica, los historiadores del dogma y los teólogos sistemáticos reconocen “que cuando uno habla de un trinitarismo absoluto, uno ha avanzado, por ejemplo, desde el
período de los orígenes Cristianos hasta el último cuadrante del 4to siglo. . . . De lo que se ha visto hasta el momento, la impresión podría presentarse que el dogma trinitario es en el último análisis una invención de fines del 4to siglo. En un sentido, ésta es la verdad pero implica una interpretación extremadamente estricta de las palabras claves “trinitario” y “dogma” . . . La formulación ‘un Dios en tres personas’ no se estableció sólidamente y ciertamente no estaba asimilado completamente en la vida cristiana y su profesión de fe, antes del fin del 4th siglo. Pero es precisamente esta formulación que tiene la primera demanda al título el dogma trinitario.”21
    Trazaremos brevemente el desarrollo histórico de esta doctrina en el cristianismo, pero primeramente déjenos explorar algunos orígenes y paralelos paganos del trinitarismo.

Orígenes y Paralelos Paganos

     El erudito trinitario Alexander Hislop afirma que los babilonios adoraban a un dios en tres personas y usaban el triángulo equilátero como símbolo de aquella trinidad.
En su libro, Hislop muestra los cuadros usados en Asiria antiguo y en Siberia para representar las divinidades trinitarias. Él también traza las ideas trinitarias al culto babilónico del padre, de la madre, y del hijo, diciendo que la trinidad babilónica era “el Padre Eterno, el Espíritu de Dios encarnado en una madre humana, y un Hijo Divino, el fruto de aquella encarnación.”22
     El historiador Will Durant describe la trinidad en Egipto antiguo. El “Ra, Amon, y otro dios, Ptah, eran combinados como tres encarnaciones o aspectos de una deidad suprema y trina.” 23 Egipto también tenían una trinidad divina de padre, madre, e hijo en los dioses Osiris, Isis, y Horus.24
     Existen trinidades en otras importantes religiones paganas tales como el hinduismo, el budismo, y el taoísmo. El hinduismo ha tenido una trinidad suprema desde las épocas antiguas: Brahma el Creador, Shiva el Destructor, y Vishnu el Preservador. Un erudito describió la creencia: “Brahman-Atman, la última realidad impersonal alcanza una triple manifestación religiosamente significante o un tríada [de dioses] por medio de las tres deidades personales que representan las funciones divinas
de la creación, la destrucción, y la preservación respectivamente.” 25 Esta trinidad es representada a veces por una estatua de un dios con tres cabezas.
    El budismo también tiene cierta clase de una trinidad. La escuela (norteña) de Mahayana del budismo tiene la doctrina de un “cuerpo triple” o de Trikaya.26 Según esta creencia hay tres “cuerpos” de “la realidad budista.” El
primero es la realidad eterna, cósmica, el segundo es la manifestación celestial del primero, y el tercero es la manifestación terrenal del segundo. Además, muchos budistas adoran a estatuas de tres cabezas de Buda.
    El Taoísmo, la antigua religión mística de la China, tiene una trinidad oficial de dioses supremos—el emperador Jade, Lao Tzu, y Ling Pao—a quienes se llaman las tres Purezas.
    Una trinidad filosófica aparece en Platón y se hace muy significativa en el neoplatonismo.29 Por supuesto, la filosofía griega, particularmente la platónica y el pensamiento neoplatónico, ejercían una influencia mayor en la teología de la iglesia antigua. Por ejemplo, la doctrina trinitaria del Logos proviene del filósofo neoplatónico Filo. (Véase el Capítulo IV Entonces, podemos ver que la.) idea de una trinidad no originó con el cristianismo, sino que era una característica significativa de muchas religiones y filosofías paganas antes de la era cristiana y a causa de su existencia hoy en tantas distintas formas se sugiere un antiguo origen pagano.

Desarrollos Después de los Apóstoles

    Las Escrituras no enseñan la doctrina de la trinidad, sino más bien, el trinitarismo tiene sus raíces en el paganismo. ¿Cómo, entonces, se metió esta doctrina pagana adentro del cristianismo? Para una respuesta a esta pregunta, hemos confiado primariamente en los profesores del Seminario Luterano Otto Heick y E. H. Klotsche, en Roland Bainton, un profesor de la Universidad de Yale que enseña la historia de la iglesia, en Juan Noss, un profesor de la universidad, en Will Durant, el conocido filósofo e historiador, y en La Enciclopedia de Religión y de Ética.
    En el Capítulo X, observamos que los líderes del tiempo post-apostólico ( 90–140 D. C.) no abrazaban la idea de una trinidad. Al contrario, ellos enfatizaban el monoteísmo del Antiguo Testamento, la deidad de Cristo, y la humanidad de Cristo. 
Los apologistas griegos (de 130–180 D. C.) también enfatizaban la Deidad de Dios. Sin embargo, algunos se movían hacia el trinitarianismo. Esta tendencia hacia el trinitarismo comenzó al hacer al Logos (Verbo) una persona distinta. Siguiendo un pensamiento de la filosofía griega, particularmente en las enseñanzas de Filo, algunos de los apologistas griegos comenzaron a pensar del Logos como una persona distinta al Padre. Sin embargo, esto no era el trinitarismo sino una forma de binitarismo que subordinaba al Logos al Padre. A ellos el Padre unicamente era el Dios verdadero y el Logos era un ser divino creado de menor rango.
Eventualmente, el Logos se compararaba con el Hijo. Al parecer, la fórmula trinitaria del bautismo llegó a ser una práctica entre algunas iglesias cristianas, aunque las pocas referencias a ella pueden ser o recitaciones de Mateo 28:19 o interpolaciones agregadas por copistas posteriores. Además, durante este tiempo, un apologista llamado Teófilo usaba la palabra tríada (triados) para describir a Dios. Sin embargo, él probablemente no la usaba para significar una trinidad de personas sino un tríada de las actividades de Dios.
    A menudo Ireneo (muerto cerca del año 200) es considerado como el primer teólogo verdadero de ese período. El enfatizaba la manifestación de Dios en Cristo para el motivo de la redención. Algunos eruditos han caracterizado las creencias de Ireneo como “el trinitarismo económico.” Al decir eso ellos significan que él no creía en una trinidad eterna ni en una trinidad de la esencia sino solamente en una trinidad que es temporal de naturaleza—
probablemente una trinidad de las actividades ú operaciones de Dios. Ireneo, quien no utilizaba la doctrina griega del Logos, identificaba al Logos con el Padre. su teología tenía tres características dominantes: un fuerte énfasis bíblico, una reverencia para la tradición apostólica, y un fuerte énfasis cristocéntrico. Parece que él no era un trinitario sino un creyente de la Unicidad.
    En resumen, en el primer siglo después de los apóstoles, la doctrina de la trinidad ni se había desarrollado. Sin embargo, en algunos círculos una forma del binitarianismo subordinacionístico emergió basada en ideas filosóficas griegas, una doctrina denunciada en el primer capítulo del Evangelio de Juan. (Véase el Capítulo IV La.)
Nueva Enciclopedia Católica dice lo siguiente acerca del trinitarismo en ese tiempo en la historia de la iglesia: “Entre los Padres Apostólicos, no había existido nada que aun se acercaba remotamente a tal mentalidad o perspectiva; entre los Apologistas del segundo siglo, poco más que enfocarse en el problema como el de la pluralidad dentro de la Deidad única. . . . En el análisis final, el logro teológico del segundo siglo era limitado . . . Una solución trinitaria estaba todavía en el futuro.”.


Tertuliano—el Padre del Trinitarismo Cristiano

    Tertuliano (c. 150–c. 225 D. C.) era la primera persona registrada por la historia que utilizaba las palabras trinidad (Latín: trinitas), sustancia, y persona en lo referente a Dios.32 El era la primera persona que hablara de tres personas en una sustancia (Latín: una substantia et tres personae). Tertuiliano adhiría a la concepción económica de la trinidad. Es decir, él creía que la trinidad existía con el fin de revelación solamente, y después de que esto se hubiera logrado, las distinciones entre las personas cesarían. Sin embargo, él definitivamente no estaba de acuerdo con Ireneo en que él utilizaba la doctrina del Logos de los apologistas griegos. Tertuliano igualaba al Logos con el Hijo. El creía que el Padre creó al Logos para la creación del mundo y que el Logos estaba subordinado al Padre. La doctrina de la trinidad no planteó ningún problema para Tertuliano, porque su teología entera se basaba en el pensamiento que cuanto más imposible el objeto de la fe es, más cierta es. El ha sido caracterizado por la declaración, “Yo lo creo porque es absurdo.”
    Hay una cierta cuestión acerca de lo que Tertuliano actualmente significaba por su formulación trinitaria, especialmente su uso de la palabra latina persona. Según un manual de términos teológicos, en la ley Romana la palabra persona significaba una entidad legal o un partido. En el drama la palabra persona significaba una máscara usada por un actor o, por extensión, un papel desempeñado por un actor. Ninguno de los dos usos indica necesariamente el significado moderno de la palabra persona como un ser consiciente de sí mismo. Por ejemplo, un actor podría desempeñar varios papeles (personae) y una corporación legal (persona) podría consistir de varios individuos. Por otra parte, la palabra probablemente podría señalar también a seres humanos individuales.
    En el cuarto siglo, la palabra griega hipóstasis se usaba en la formulación oficial de la doctrina trinitaria. Según Noss, el hipóstasis era una palabra abstracta que significaba subsistencia o manifestación individualizada.
El dice, “Cuando esa formulación fue traducida al latín, el significado algo abstracto en el griego para la manifestación individualizada llegó a ser la palabra algo concreta persona, y connotaciones de una personalidad distinta y autónoma fueron sugeridas de una manera no prevista por la fraseología griega original.” 34 Sin embargo, esta palabra latina concreta era precisamente lo que
Tertuliano había utilizado anteriormente. Otro erudito dice que cuando hipóstasis fue traducida a persona las dos palabras eran básicamente iguales, ambos significaban “ser individual.” 35
    Es evidente que mucha gente en el tiempo de Tertuliano se oponía a su nueva formulación. Por su propia admisión, la mayoría de los creyentes en su día rechazaban su doctrina por dos causas: primeramente su Regla de Fe (credo antiguo o declaración de su creencia) prohibía el politeísmo, y en segundo lugar la doctrina de Tertuliano dividía la unicidad de Dios.36 Nuestro conocimiento de los primeros creyentes modalistas (unicidad), Noeto y Praxeas, viene de su fuerte oposición a Tertuliano y su fuerte oposición a ellos. Si Tertuliano quería decir solamente que Dios tenía tres papeles, máscaras, o manifestaciones, no habría ningún conflicto con el modalismo, especialmente puesto que Tertuliano no creía en una trinidad eterna. Por lo tanto, concluimos que Tertuliano sí quería decir tres diferencias esenciales en Dios y que persona sí connotaba o implicaba a una personalidad distinta, tal como Noss sugerió. En cualquier caso, está claro que en el día de Tertuliano los creyentes de la Unicidad veían a su doctrina como agudamente opuesta a su propia doctrina, la cual era la creencia de la mayoría de aquel tiempo.
    Aquí hay una nota final acerca de Tertuliano. El se convirtió en un seguidor de Montano, un antiguo hereje que decía que era el Paracleto (Consolador) prometido en Juan 14 y que era el último profeta antes del fin del mundo. Eventualmente Tertuliano comenzó a elogiar al celibato y a condenar al matrimonio. Por fin, fue excomulgado juntamente con los demás Montanistas.

Otros Antiguos Trinitarios


    Tertuliano introdujo la terminología del trinitarismo y se hizo su primer gran proponente del occidente pero Origen (muerto 254 D.C.) se convirtió en su primer gran proponente en el oriente.37 Origen procuró fundir la filosofía griega y el cristianismo en un sistema de conocimiento más alto y que los historiadores describen a menudo como el gnosticismo cristiano. El aceptaba la doctrina griega del Logos (es decir que el Logos era una persona distinta al Padre), pero de él agregó una característica única no propuesta hasta su tiempo. Esta era la doctrina del Hijo eterno. El enseñaba que el Hijo o el Logos era una persona distinta desde toda la eternidad. Además, él dijo que el Hijo fue engendrado desde toda la eternidad y está siendo engendrado eternamente. El conservaba una subordinación del Hijo al Padre en existencia
u origen, pero se acercaba más a la doctrina posterior de su igualdad con el Padre.
    Origen tenía muchas creencias herejes debido a su aceptación de doctrinas de la filosofía griega, su énfasis en el conocimiento místico en vez de la fé, y su interpretación extremadamente alegórica de las Escrituras.
Por ejemplo, él creía en la preexistencia de las almas de los hombres, negaba la necesidad de la obra redentora de Cristo, y creía en la última salvación de los impíos, incluyendo al diablo. Por ésas y otras doctrinas heréticas, fue excomulgado de la iglesia. Los concilios eclesiásticos formalmente condenaron muchas de sus doctrinas en los años 543 y 553.
    Otros prominentes trinitarios en la historia de la iglesia primitiva eran Hipólito y Novaciano. Hipólito era el opositor trinitario de Sabelio. El se opuso a Calisto, el obispo de Roma, y dirigió un grupo cismático en contra de él. A pesar de eso, la Iglesia Católica más adelante le canonizó.
    Novaciano era uno de los primeros en enfatizar al Espíritu Santo como una tercera persona. El enseñaba la subordinación del Hijo al Padre, diciendo que el Hijo era una distinta persona, pero que él tenía un principio y que salió de Padre. Cornelio, obispo de Roma, excomulgó a Novaciano porque Novaciano creía que había un número de pecados serios que no podrían ser perdonados si
hubieran sido cometidos después de la conversión.

El Concilio de Nicea


    Al fin del tercer siglo, el trinitarismo había reemplazado al modalismo (Unicidad) como la creencia sostenida por la mayoría de los cristianos, aunque las ideas emergentes del trinitarismo no estaban todavía en la forma de la doctrina moderna.
    Durante la primera parte del cuarto siglo, una gran controversia sobre la Deidad llegó a una culminación—el choque entre las enseñanzas de Atanasio y Ario. Ario deseaba preservar la Unicidad de Dios pero a la vez proclamar la personalidad independiente del Logos.
Como los trinitarios, él igualaba al Logos con el Hijo y con Cristo. El enseñaba que Cristo es un ser creado—un ser divino pero no de la misma esencia del Padre y no igual al Padre. En otras palabras, a él Cristo era un semidiós.
    Actualmente, Ario enseñó una nueva forma de politeísmo. Ario no era un creyente de la Unicidad en ningún modo, y el movimiento moderno de la Unicidad rechaza fuertemente cualquier forma de arianismo.
    En oposición a Ario, Atanasio tomó la posición de que el Hijo es coigual y coeterno con el Padre y de la misma esencia del Padre. Esta ahora es la creencia del trinitarianismo moderno. Por lo tanto, mientras que Tertuliano introdujo muchos conceptos y términos trinitarios al Cristianismo, se puede considerar a Atanasio como el verdadero padre del trinitarismo moderno.
    Cuando la polémica entre Ario y Atanasio comenzó a inundar al imperio romano, el emperador Constantino decidió intervenir. Porque él hacía poco se había convertido al cristianismo y lo había establecido como la religión oficial, sentía la necesidad de proteger la unidad del cristianismo para el bienestar del imperio. Según la tradición su conversión se hizo como resultado de una visión que él vio justo antes de una batalla crucial. Supuestamente, él vio una cruz en el cielo con el refrán, “Vence en esta señal.” El procedió a ganar la batalla, llegando a ser el coemperador en 312 D.C. y el emperador pleno en 324 D.C. Cuando la gran controversia entre Ario y Atanasio amenazó a dividir su imperio que él había ganado hacía poco y a destruir su plan para usar el cristianismo para consolidar y mantener su poder político, él convocó el primer concilio ecuménico de la iglesia, la cual tomó lugar en Nicea en 325 D.C.
    Constantino no era ningún modelo del cristianismo. En 326 D.C. él mató a su hijo, a su sobrino, y a su esposa. A propósito él postergó su bautismo hasta un poco antes de su muerte, diciendo que así él sería limpiado de todos los pecados de su vida. Durant dice de él, “el cristianismo era para él un medio, pero no un fin . . . Mientras que el cristianismo convertía al mundo, el mundo convertía al cristianismo y exhibía el paganismo natural de la humanidad.”
    Al establecer al cristianismo como la religión preferida del imperio romano (así obligando a los oficiales romanos a ser cristianos), Constantino alteró radicalmente a la iglesia y aceleró su aceptación de los ritos paganos y las doctrinas heréticas. Como el historiador eclesiástico Walter Nigg dice, “Tan pronto como el emperador Constantino bajó las barreras y las masas de la gente llenaron la iglesia debido al puro oportunismo, la integridad de la ética cristiana fue derrotada.”
    Cuando se convocó el Concilio de Nicea, Constantino no tenía interés en ningún resultado particular, siempre en cuanto que los participantes llegaran a un acuerdo. Una vez que eso se cumplió, Constantino apoyó el resultado.
    “Constantino, quien trataba a las cuestiones religiosas solamente desde un punto de vista político, aseguraba la unanimidad por excomulgar a todos los obispos quiénes no firmarían las nuevas profesiones de fe. De esta manera la unidad fue alcanzada. Que un credo universal sería instituido basado únicamente en la autoridad de un emperador era una cosa totalmente nueva . . . Ningún obispo dijo una sola palabra en contra de esta cosa monstruosa.”
    Heick divide a los participantes de Nicea entre tres grupos: una minoría de arianos, una minoría de atanasianos, y una mayoría que no entendía el conflicto pero deseaba tener la paz.41 El Concilio finalmente adoptó un credo que denunció claramente al arianismo pero que dijo poco en cuanto a una enseñanza positiva de la trinidad. La frase clave dijo que Cristo era de la misma esencia (griego: homoousios) como el Padre y no apenas de una esencia semejante (homoiousios). Es bastante interesante que los modalistas (creyentes de la Unicidad) habían utilizado la palabra escogida (homoousios) para expresar la identidad de Jesús con el Padre. Muchos que abogaban sin éxito el uso del último término (homoiousios) realmente no querían decir que Jesús era diferente al Padre en sustancia, pero, en cambio, ellos deseaban evitar las implicaciones de la Unicidad del término anterior. Entonces el credo que resultaba era un claro rechazamiento del arianismo, pero también era un
rechazamiento no tan claro del modalismo (la Unicidad).
    La versión original del Credo de Nicea que fue formulada por el Concilio de Nicea en lo referente a la Deidad es como sigue:
“Creemos en un solo Dios, el Padre Omnipotente, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles. Y en un solo Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, engendrado del Padre, el único engendrado, es decir, de la naturaleza del Padre. Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de verdadero Dios, engendrado, no hecho, de una sola sustancia con el Padre, por quien todas las cosas fueron hechas, tanto las cosas en el cielo como las cosas en la
tierra; quien por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió y fue hecho carne y asumió la naturaleza humana, sufrió y resucitó el tercer día, ascendió al cielo, (y) vendrá otra vez para juzgar a los vivos y a los muertos. Y en el Espíritu Santo. Pero la iglesia santa y apostólica anatematiza a aquellos que dicen que había un tiempo cuando él no existía, y que él se hizo de cosas no existentes, o de otra persona o ser, diciendo que el Hijo de Dios es mudable, o cambiable.” 
   No hay una declaración clara de la trinidad en este credo, sino asevera que Jesús es de una sustancia con el Padre en oposición al arianismo. No hay referencia al Espíritu Santo como una persona distinta en la Deidad, sino meramente expresa una creencia en el Espíritu Santo. Este original Credo de Nicea indica una distinción personal entre el Padre y el Hijo y afirma que el Hijo no es mudable o cambiable. Esta última frase es una salida de la doctrina bíblica del Hijo y apoya al trinitarismo moderno puesto que enseña a un Hijo eterno. Básicamente, entonces, el Concilio de Nicea tiene una importancia
triple: es un rechazamiento del arianismo; es la primera declaración oficial incompatible con el modalismo (la Unicidad); y es la primera declaración oficial que apoya al trinitarismo.

Después de Nicea

    Sin embargo, la victoria trinitaria de Nicea no fue completa. Los próximos sesenta años vieron una constante polémica entre los arianos y los atanasianos. Aun algunos participantes en el Concilio tal como Marcelo, el obispo de Ancira, salían a favor del Sabelianismo (la Unicidad).43 Ario envió una carta conciliatoria a Constantino que lo ocasionó a reabrir el asunto. Un Concilio convocado en Tira en 335 realmente invertió la doctrina Nicense a favor del Arianismo. Atanasio se fue al exilio, y Ario habría sido reincorporado como obispo si él no hubiera muerto la noche anterior.
    Atanasio fue desterrado cinco o seis veces durante este período. Mucho del conflicto se debía a circunstancias políticas. Por ejemplo, cuando Constancio, el hijo de Constantino, llegó al poder, él respaldó a los arianos, deponiendo a los obispos de Atanasio y nombrando a los arianos en su lugar. La controversia producía unas violentas luchas políticas internas y mucha matanza.
    El Profesor Heick acredita el éxito definitivo del Atanasianismo a la elocuencia y la perseverancia de Atanasio mismo. “El factor decisivo en la victoria . . . era la determinación resuelta de Atanasio durante una vida larga de persecución y opresión.” 45 Sin embargo, no era hasta el segundo Concilio ecuménico, llamado por el Emperador Teodosio y convocado en Constantinopla en 381, que el asunto se resolvió. Este Concilio, celebrado después de la muerte de Atanasio, ratificó el Credo de Nicea. También resolvió otro gran asunto que se había discutido fervientemente después de Nicea, es decir, la relación del Espíritu Santo a Dios. ¿Era el Espíritu Santo una persona distinta en la Deidad, o no? Muchos pensaban que el Espíritu era una energía, una criatura, o un ser angélico. El Concilio agregó unas declaraciones al original Credo de Nicea para enseñar que el Espíritu Santo era una persona distinta tal como el Padre y el Hijo.
    No era hasta el Concilio de Constantinopla en 381, entonces, que la doctrina moderna de la trinidad ganó la victoria permanente. Ese concilio era el primero en afirmar inequívocamente que Padre, Hijo, y Espíritu Santo eran tres personas distintas de Dios, coiguales, coeternos, y de coesencia. Un enmendado Credo de Nicea salió del Concilio en 381. La forma actual del Credo de Nicea, que probablemente apareció alrededor el año 500, es por lo tanto más fuertemente trinitaria que el original Credo de Nicea.
    Había otra gran amenaza al atanasianismo. El imperio romano había comenzado a desmoronarse frente a los ataques bárbaros, y las tribus bárbaras que estaban ganando el dominio eran arianos. Plausiblemente, el arianismo podría haber salido victorioso mediante las conquistas bárbaras. Esta amenaza finalmente terminó, sin embargo, cuando los Francos se convirteiron al atanasianismo en 496.
    Durante esta época, otro credo importante surgió—el Credo de Atanasio, un credo que actualmente no vino de Atanasio. Ese credo probablemente representa la doctrina trinitaria de Agustín (354-430), porque se desarrolló durante o después del tiempo de Agustín. Este credo es la declaración más comprensiva del trinitarismo en la historia de la iglesia antigua. Solo la parte occidental del cristianismo lo reconoció oficialmente.
    Los principales puntos de diferencia entre el oriente y el occidente en cuanto a la doctrina de la trinidad eran así como se indica a continuación. En primer lugar, el oriente tendía a enfatizar la trinidad de Dios. Por ejemplo, a los capadocianos el gran misterio era como las tres personas podrían ser un solo Dios. En el occidente había un poco más énfasis en la unidad de Dios. En segundo lugar, el occidente creía que el Espíritu procedía del Padre y del Hijo (la doctrina Filioque), mientras que el oriente sostenía que el Espíritu procedió únicamente del Padre. Esto por fin llegó a ser un importante asunto doctrinal detrás del cisma entre el catolicismo romano y la ortodoxia oriental en 1054.

El Credo de Atanasio

   A fin de dar al lector una vista más completa de la doctrina de la trinidad, una parte del Credo de Atanasio se da más adelante:
    “Quienquiera que será salvo: antes de toda las cosas es necesario que él retenga la fe católica. Cual Fe si todos no guarden completa y sin mancha: sin duda perecerá eternamente. Y La Fe Católica es esta: que nosotros adoramos a un Dios en Trinidad, y Trinidad en Unidad. Ni confundiendo las Personas: ni dividiendo la Sustancia. Porque hay una Persona del Padre, otra del Hijo, otra del Espíritu Santo. Pero la Deidad del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, es todo uno:
La Gloria coigual, la Majestad coeterna. Tal como el Padre es, así es el Hijo, y así es el Espíritu Santo: El Padre no es creado, el Hijo no es creado, Y el Espíritu Santo no es creado. El Padre es incomprensible, el Hijo es incomprensible, y el Espíritu Santo es incomprensible. El Padre es eterno, el Hijo es eterno, y el Espíritu Santo es eterno. Y aún ellos no son tres eternos: sino un Eterno. También no hay tres incomprensibles, ni tres no creados: sino uno no creado y uno Incomprensible. Así también el Padre es omnipotente, el
Hijo es omnipotente, y el Espíritu Santo es omnipotente. Y aún ellos no son tres omnipotentes: sino un Omnipotente. Así también el Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. Y aún ellos no son tres dioses: sino un Dios.
Así también el Padre es Señor, el Hijo es Señor y el Espíritu Santo es Señor. Pero no hay tres Señores: sino un Señor. Porque tal como nosotros somos obligados por la veracidad cristiana a reconocer que cada Persona por Sí misma es Dios y Señor: así también nosotros somos prohibidos por la religión católica a decir que hay tres dioses, o tres señores. El Padre se ha hecho de ninguno: ni es creado, ni es engendrado. El Hijo es del Padre solo, no hecho, ni creado, sino engendrado. El Espíritu Santo es del Padre y del Hijo, ni hecho nicreado, ni engendrado, sino procediente. Entonces hay un Padre, no tres Padres, un Hijo, no tres Hijos, y un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos. Y en esta Trinidad ninguno es antes, o después que otro: ninguno es mayor ni menor que otro. Pero las tres Personas son coeternas juntas, y coiguales. Para que en todas las cosas, como se dijo antes, la Unidad en Trinidad, y la Trinidad en Unidad debe ser adorada. Por tanto, el que se salvará debe pensar así de la Trinidad. . . .”

El Credo de Los Apóstoles

    Antes que concluimos este capítulo, debemos contestar algunas preguntas acerca de lo que se llama el Credo de los Apóstoles. ¿Originó con los apóstoles? ¿Enseña el trinitarismo? La respuesta a ambas preguntas es no. Este
credo tenía sus comienzos en una antigua confesión de fe usada en la iglesia Romana. Se llamaba el Antiguo Símbolo Romano (o Credo). Diversos eruditos han fechado el Antiguo Símbolo Romano de 100 a 200 años D.C. Este credo dice:
    “Creo en Dios el Padre Omnipotente. Y en Jesucristo, Su Hijo unigénito, nuestro Señor; Quien nació por el Espíritu Santo de la Vírgen María; Fue crucificado bajo Poncio Pilato y fue enterrado; El tercer día El resucitó de la muerte; El ascendió al cielo; y se sienta a la diestra del Padre; Desde allí El vendrá para juzgar a los vivos y a los muertos. Y en el Espíritu Santo; El perdón de pecados; La resurrección del cuerpo (la carne).” 
    Este credo se enmendó para enfrentarse con el desafío de nuevos puntos doctrinales, hasta que por fin logró su forma actual cerca del fin del quinto siglo. Los cambios más importantes eran las adiciones que afirman lo siguiente: Dios es el hacedor del cielo y de la tierra; Jesús fue engendrado por el Espíritu Santo; Jesús sufrió y murió; Jesús descendió al infierno (la sepultura); la creencia en la santa iglesia católica (general); la creencia en la comunión de los santos; y la creencia en la vida eterna.
Hay dos cosas importantes acerca de la versión original y otras que venían después. En primer lugar, ninguna versión tiene un nexo histórico directo con los doce apóstoles, por lo tanto aquellas versiones ni son más sagradas ni más confiables que cualquier otra escritura de los primeros pocos siglos después del tiempo de los Apóstoles. En segundo lugar, ellas no enseñan la doctrina trinitaria. Mayormente ellas siguen muy estrechamente el lenguaje bíblico. Ellas describen al Hijo de Dios solamente en términos de la Encarnación, en ninguna parte indicando que el Hijo es una persona distinta en la Deidad o que el Hijo es eterno. Ellas afirman una creencia en el Espíritu Santo, pero no como una persona distinta en la Deidad. En cambio ellas colocan esta afirmación junta con otras declaraciones que se relacionan con la salvación, haciéndonos creer que ellas hablan del don o bautismo del Espíritu Santo y de la obra del Espíritu Santo en la iglesia. Así, no hay nada realmente objetable en el lenguaje si nosotros definimos los términos del mismo modo que la Biblia los usa.
    Sin embargo, los trinitarios han reinterpretado el Credo de los Apóstoles, sosteniendo que el credo apoya su doctrina. Los protestantes y los católicos romanos ambos lo usan hoy para declarar su creencia trinitaria. Ellos lo han asociado con el trinitarismo de tal grado que los que no son trinitarios no lo usan porque temen que serán malentendidos.
    Nosotros no abogamos por el uso del Credo de los Apóstoles por las siguientes razones. (1) El credo no originó con los apóstoles como su nombre implica. Nosotros no queremos crear una impresión falsa entre la gente por usar ese título. (2) El credo no enfatiza todos los temas importantes del Nuevo Testamento, especialmente algunos aspectos que se deben enfatizar hoy en vista de doctrinas falsas desarrolladas a través de los siglos. (3) En vez de tratar de formular un credo que afirma comprensiblemente una doctrina en una manera obligatoria, nosotros preferimos usar la Biblia misma para declaraciones sumarias de doctrina. (4) El uso de este credo hoy nos asociaría con el trinitarismo. Aunque los escritores no tuvieron esa doctrina en mente, la mayoría de la gente ordinaria hoy lo consideraría una declaración trinitaria. Para evitar una identificación con el trinitarismo y el catolicismo romano, nosotros no usamos el Credo de los Apóstoles.

Conclusión

     En conclusión, vemos que la doctrina de la trinidad no es bíblica ni en su terminología ni en su origen histórico. Tiene sus raíces en el politeísmo, la religión pagana, y la filosofía pagana. La doctrina misma no existía en la historia de la iglesia antes del tercer siglo. Aún en ese entonces, los trinitarios antiguos no aceptaban muchas doctrinas básicas del trinitarismo moderno tal como la coigualdad y la coeternalidad del Padre y del Hijo. El trinitarismo no logró el predominio sobre la creencia de la Unicidad hasta alrededor de 300 D.C.. No logró la victoria sobre el arianismo hasta fines del cuarto siglo.
     El primer reconocimiento oficial de las doctrinas trinitarias se hizo en el Concilio de Nicea en 325, pero aún ese no era completo. El establecimiento pleno de la doctrina no se hizo hasta el Concilio de Constantinopla en 381. En breve, el trinitarismo no logró su forma actual hasta el fin del cuarto siglo, y sus credos definitivos no tomaron su forma final hasta el quinto siglo.

Nenhum comentário:

Postar um comentário